Directrices mundiales de la OMS sobre calidad del aire
El aire limpio es fundamental para la salud. En comparación con hace 15 años, cuando se publicó la edición anterior de estas directrices, hay más pruebas que demuestran cómo afecta la contaminación atmosférica a la salud en concentraciones más bajas. Se calcula que la contaminación atmosférica sigue causando millones de muertes y la pérdida de años de vida saludable.
Se calcula que la carga de enfermedad atribuible a la contaminación atmosférica está ahora al mismo nivel que otros grandes riesgos para la salud mundial, como las dietas poco saludables y el tabaquismo. En 2015, la Asamblea Mundial de la Salud adoptó una resolución histórica sobre la calidad del aire y la salud, en la que se reconoce que la contaminación atmosférica es un factor de riesgo de enfermedades no transmisibles como la cardiopatía isquémica, el ictus, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el asma y el cáncer, así como el coste económico que conllevan.